Modo de preparación

• A diferencia de la arepa tradicional, ésta se puede comer sola o acompañada y por su toque dulzón va muy bien acompañada por un chocolatito caliente.

• Para mí, las arepitas andinas son sinónimo de niñez, de vacaciones y de familia, porque cuando estaba pequeña viajaba mucho a los Andes a visitar a mi familia paterna y recuerdo aquellos desayunos con una arepa de trigo calientita con mantequilla, un cafecito con leche y por supuesto el clima de montaña…

• Su elaboración es un poco más compleja que las arepas de maíz tradicionales, pero el resultado vale la pena.

• En un bol o envase grande debes mezclar todos los ingredientes sólidos, harina, leche, azúcar, sal y levadura. Una vez que los hayas integrado bien, haz una especie de volcán dejando una cavidad en el centro. En ese espacio agrega la mantequilla (derretida si lo prefieres) y el huevo.

• Ahora deberás mezclar muy bien con las manos hasta que consigas una pasta homogénea y sin grumitos. Verás que es una mezcla seca y cuartosa. Para darle la textura que deseamos deberás agregar poco a poco el agua e ir amasando vigorosamente hasta que no se pegue en las manos.

• A veces es necesario un poco más de agua. Si por el contrario, se te va la mano con el agua puedes agregar un poquito más de harina y amasar hasta que tengas una masa uniforme y flexible pero que no se pega de los dedos.

• Como con casi todas las masas de harina de trigo, debemos dejarla reposar 1 hora. Pasado este tiempo forma las arepas y cocínalas en la plancha o budare (ligeramente engrasado) por espacio de unos 5 minutos por lado o hasta que se doren y se abomben un poco. Si lo prefieres también puedes cocinarlas en fogón o al horno, ya eso lo dejo a tu gusto…

• El tamaño y el grosor de las arepas de trigo es fundamental, por eso te recomiendo que deben ser del tamaño de tu mano abierta y el grosor de 1 dedo o un poco más.

• Otro truquito para que se cocinen uniformemente es hacerle huequitos por toda la superficie con un tenedor.

  Por último, te sugiero comerlas calientitas con mantequilla o margarina y un queso de textura suave o nata.